Miami

Miami me ha sorprendido mucho. Es una ciudad enorme, bueno ¿una? o son varias, porque Miami es una cosa, y Miami Beach es otra. Tiene playa, ¿una? tiene como 20 playas, pero la mas famosa es Miami Beach. Casi todo esta orientado al turista, y dentro del turismo, al turismo de jubiletas. Y no me extraña, porque lo que Benidorm es a España, Miami es a USA. Y ahora compara España con USA.

Ademas, no se si porque en su día me tragué las 5 temporadas de Miami Vice (Corrupcion en Miami), pero es que todo me recordaba a Sonny Croquetts y Ricardo Taps. Aunque estos últimos años, después de las 7 temporadas, porque hasta ahí he llegado de CSI: Miami y Horatio Caine, también parece que en cualquier momento va a salir disparado el Hummer del CSI en una de las esquinas.

Uno de los días decidimos dedicarla a visitar el centro de Miami, pero como eso en Miami es difícil de saber donde es, pues decidimos montarnos en el coche y ver que encontrábamos con un par de sitios de visita obligada.

Básicamente, lo que la gente conoce como Miami es Miami Beach, que es la zona de la playa, edificios de hoteles super altos, Ocean´s Drive donde el coche mas barato que te vas a encontrar es un lamborgini (parecia que los regalaban) y luego esta Miami la ciudad, que también tiene un montón de edificios de oficinas super altos, pero mas para trabajar. Y la gente luego vive a las afueras, en Hollywood (no confundir con el Hollywood de Los Angeles), Dania Beach etc…

Coral Gables es el barrio donde los ricos tienen las casas, no donde viven los famosos, sino los ricos, porque los famosos tienen mas las casas cerca de los canales de la bahía.

Uno de los sitios que no podíamos dejar de visitar es Española Way, que en principio pensábamos que era un barrio donde los Españoles habían puesto negocios de comida etc… pero lo de española, lo tiene casi casi por el nombre, porque los restaurantes y bares, la mayoría son italianos o cubanos, menos que yo sepa uno El Tapas  Restaurant (no se podía llamar de otra forma claro).

Y de barrio tiene lo que yo te diga, es una sola calle, muy cortita. Eso si, los camareros y la gente que trabaja allí, visten con colores muy vivos, cantan, bailan, te pegan cuatro gritos desde su negocio para que te acerques… muy español vamos.

Tienes que tener un poco de cuidado cuando pases cerca, porque como es muy pequeña, te la puedes saltar, porque esta perpendicular a la principal que te lleva a Ocean´s Drive. Para aparcar por la zona no vas a tener problema, pero no te olvides de pagar el parquimetro porque en esa zona TODO es de pago.

La calle es peatonal, y puedes ir de un restaurante a otro, tomando algo, comiendo y luego un cafe sin salir de la calle.

En todo el condado de Miami en general, pero especialmente en Miami Beach, no ves a un homeless pidiendo, ni gente buscándose la vida o pidiendo, y la respuesta a esto eran estos carteles pegados en el suelo: Si ves a un homeless o pidiendo, llama a la policía que vienen por el y se lo llevan.

Ya de camino a Ocean´s Drive, y la playa, no dejas de ver Ford Mustangs, Chevrolet Camaros, Lamgorbinis, muchos Porsche (estos son de pobres jajajaja) y algun que otro ferrari.

Ocean´s Drive, es la calle que pega con la playa “oficial” de Miami, y es donde va todo el mundo que es guapo, o tiene dinero o las dos a la vez. Y claro, allí fuimos. La calle esta llena de restaurantes y cafés donde te ponen por la mañana desayunos, con camareros bailando y música disco desde las 9:00 AM a todo trapo, a la hora de comer no puedes encontrar sitio para comer, y aunque hubiera sitio, tienes que hacer cola y te dejan entrar o no en función la pinta lleves o quien seas, vamos que se reservan el derecho de admisión.

Ademas ves muchos coches de época que funcionan, mas en Calle 8 (Little Cuba), porque los que están en Ocean´s Drive son mas de reclamo turístico que otra cosa.

Y no me lo perdonaría nunca, si finalmente, estando en Miami Beach, no pisaba la playa, asi que sin toallas y sin bañador, en plan turista total, nos fuimos como auténticos paletos de Wisconsin a ver la playa, como si no hubiéramos visto una en la vida en España…

Después de dar una vuelta por la playa y darme cuenta que por lo menos un día teníamos que haber ido a la playa a darnos un chapuzon (ya nos lo dimos en Key West), porque estar allí y no bañarte en Miami Beach tiene delito… nos dirigimos hacia el lugar estrella del día, por lo menos para mi, que es Little Cuba y su Calle 8. Donde están todos los cubanos que se marcharon de la isla buscando la libertad que por lo visto el amigo Fidel no les daba.

Respecto a esto, y lejos de querer dar mi opinión política en el blog, porque no va de esto, solo comentar que sin haber estado aun en Cuba, y visto la Calle 8 y las calles de alrededor, y en que trabajan y como les tratan a los cubanos aqui, no se si la famosa libertad que todos vienen buscando sale a cuento. Cierto que me hubiera gustado ver que hubiera sido de la isla si USA no les tiene embargados 50 años. Creo que Fidel se equivocó en no dar una pequeña libertad a los cubanos, con esta, muchos seguro que se hubieran ido, pero de esos, muchos hubieran vuelto a la isla con el rabo entre las piernas porque fuera, la economía capitalista que tanto dice Fidel que es el demonio, se hubiera encargado de hacer ver a un caribeño que hay que trabajar duro y que nadie te regala nada, al contrario, que si te descuidas te quitan hasta los calzoncillos.

Esto hubiera hecho el efecto contrario, que mucha gente de los países cercanos caribeños, hubieran querido ir a Cuba con el embargo incluido, ya que por lo menos (y digo sin haber estado) allí tienes para comer y nadie se muere de hambre y sin trabajar.

Pero lo dicho, el embargo ha estado ahí, y nunca lo sabremos, y mas ahora que la semana pasada Obama ya estuvo por allí en visita oficial y tiene pinta que se va a empezar a abrir un poco la isla, o por lo menos de eso habló con Raul Castro. Y eso significa que no volveremos a ver Cuba como hasta ahora, así que aprovechando que desde el DF hay vuelo directo a La Habana, pues estaría bien poder ir a conocerlo.

A lo que iba… Calle 8.

La calle 8 no tiene muchas cosas que ver, mas que comer diría yo, ya que es una sola calle donde están la mayoría de los comercios de la gente de Cuba que esta viviendo en el barrio. Por supuesto que lo único que se habla allí es Español, bueno en casi todo Miami, lo raro es que nadie te hable en Español o que por lo menos lo intente.

Propiamente turístico en Little Cuba es el Domino Park, que yo pensaba que me iba a encontrar un parque del copón de grande con solo viejetes de cuba jugando al dominó. Y no, no es un parque en toda regla, es la esquina entre dos edificios, con una valla, en la que puedes entrar, pero cualquiera no puede jugar al dominó.

Por lo demás, en una de las calles perpendiculares, en la isleta central de la calle, tienen todos los monumentos de los cubanos del lado de USA recordando Bahia Cochinos, los caídos cuando escapaban, etc….

 

 

El resto de calles del barrio, son casas unifamiliares de un piso con un jardín, y donde vive la gente y que tiene muy poco atractivo turístico mas que ver como viven. Decidimos comer en Calle 8 en un restaurante cubano, unos sandwich habaneros con patatas donde nos atendió una cubana muuuuuy simpática donde nos trató como comandantes, un poco lento, pero muy maja (claro que siempre que vas por USA y te notan el acento “raro” para ellos y les dices que vienes de España te tratan como un rey).

Ultimas fotos por el barrio y para el apartamento.

 

Y ya por la noche, y en el apartamento mientras buscábamos que hacer y donde ir al día siguiente, apareció un destino que no podíamos dejar pasar: El PRIMER BURGUER KING donde empezó todo, el primer restaurante de la cadena, lo teníamos a menos de 35 minutos. Un restaurante diseñado y construido en el barrio del Art Decó. Asi que, llaves del coche y para allá.

¿Y que es lo que nos encontramos? Pues una desilusión muy grande, porque lo único que hay allí es… un restaurante del Burguer King… sin mas, ni banderas, ni música, ni un museo de la hamburguesa, ni nada de nada.

Siendo USA, y como son allí, pues fue un poco extraño que a nadie se le haya ocurrido montar el circo en aquel edificio.

Y lo peor de todo, vino cuando entramos dentro, y vimos que no tenían un triste hilo musical, no había gente haciendo cola, o las nuevas recetas de hamburguesas hipersecretas… no había nada… un Burguer King..

Lo que salvo la noche fue la maquina de Coca Cola. Tenían TODOS los sabores del mundo, cereza, vainilla, Coca Cola con Fanta light y vainilla todo junto, ni me acuerdo y todo lo decidías con un menú táctil y te lo ponía en tu vaso… tecnología alienígena vamos…

Y después de un Whooper y 3 vasos de Coca Cola de Vainilla después, nos fuimos para el apartamento a descansar porque al día siguiente teníamos una cita con los cocodrilos y los Everglades de Florida.