365 días después…

Ya ha pasado un año desde que aterricé oficialmente en México. Y digo oficialmente porque llevaba desde el 2013 yendo y viendo para apoyar a mis compañeros de empresa en ciertos proyectos, con lo cual no era ningún novato en este país, especialmente en esta ciudad.

Las sensaciones después de 365 días son enfrentadas. Los comienzos fueron muy difíciles, fue llegar y que me echaran a los leones sin tener siquiera casa, sin tener una cuenta donde me ingresaran la nomina, sin tener una tarjeta de débito con la que pagar la comida, y la ayuda del entorno tampoco fue muy correcta. A todo esto se sumó que en el trabajo estaban todos desbordados y se pensaron que yo era la tabla de salvación de todos, y me pasaron todos los marrones a paladas, con lo que hubo momentos muy malos. Días sin comer, llegando a casa ni para cenar, con reuniones sin sentido que te paran, y sobre todo sensación de no llegar a nada y a la vez estar destrozado.

Con los meses, me fui adaptando poco a poco a mis compañeros y sobre todo al país. A los mexicanos, a su ritmo, a su forma de decirte a todo que si pero luego es que no. A hacer preguntas y que te respondan lo que quieres oír y que luego sea mentira o no se cumpla. Pero también a los ratos de risas muy agradable, a conocer la filosofía de vida de un pueblo que vive al día, y cada vez mas, adaptándote al ritmo mariachi que suena en el país.

Parte de la sensación que tengo ahora de terminar la jornada y volver a algo que llamo casa, se debe a mi pareja, desde que vino, la rutina de cenar, de salir a dar una vuelta o incluso de ir al supermercado en vez de comer donde podía, o cuando podía, es fundamental. La rutina…. siempre echando pestes de ella cuando la tienes, pero cuando no la tienes y tu vida es aleatoria, se echa bastante de menos. Y es que nos guste o no, somos animales de costumbres, menos en vacaciones jajajaja!!! Ahhh y cuando nos acercamos a los 40 años, que entonces necesitas hacer alguna locura de vez en cuando para sentirte como cuando tenias 20 y todo era nuevo o por primera vez.

Bueno, sin mas, queda por delante un par de retos importantes que hay que hacer en dos años, y volver a Bilbao montado en un caballo y con la cara llena de sangre si hace falta… jajajaja.

Wish we could turn back time, to the good old days
When our momma sang us to sleep but now we’re stressed out

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*


*