He querido dejar unos días desde el sismo del 19 de Septiembre de este año. Han sido unos días terribles, muy intensos en todos los sentidos. Llevo mas de 2 años viviendo en la Ciudad de México (CDMX) y otros dos viniendo por motivos laborales durante muchos meses, y lo que se ha vivido en este país en los últimos 15 días ha sido espectacular.
Espectacular por la magnitud de la catástrofe, y sobre todo por el aporte de todos los ciudadanos anónimos que han salido a las calles a ayudar en lo que podían. Muchas veces molestando mas que ayudando, pero la respuesta ha sido increíble.
Yo estaba en el almacén de donde trabajo, y justo salíamos a comer. Dos horas antes habíamos hecho el simulacro anual de sismos que se hace el 19 de Septiembre, como recordatorio del ultimo gran sismo que asoló México en 1985. Macabra y sarcástica coincidencia.
Justo salia del Metrobus con dos compañeros de trabajo dirección a un centro comercial para comer, y empezaron a sonar las alarmas de sismo, y nadie se lo creía. Todo el mundo nos empezamos a mirar unos a otros, y diciéndonos… bahh… son las alarmas del simulacro que van tarde…
Y no, no iban tarde, sonaron y segundos después, se empezó a mover TODO. Cuando digo todo, es que la calle se doblaba y serpenteaba, se veían casas al fondo y de repente no se veían, para volver a verse. La tierra parecía chicle. Agarré de los pelos a uno de mis compañeros y le empujé hacia la pared de la estación del metrobus, y nos metimos los tres debajo de marquesina metálica. Aulló, se dobló y mucha de la gente en la parada se nos acercó. Lo siguiente que vi a mi izquierda, fue a una señora de unos 70 años abrazándose a mi otro compañero y llorando como una magdalena. De repente, empecé a mirar a mi alrededor y solo veía gente con cara asustada. Empecé a gritarles que no pasaba nada y que ya se había acabado todo, que todos tranquilos y sali de la marquesina.
¿Que ví? Caos… caos…. los semáforos se habían caído (muchos están colgados sobre la carretera, no como en Europa que están en un poste), los que estaban en pie sin electricidad. Todos los cruces llenos de coches, y todo el mundo pitando… y mareas de personas andando por la calle.
Me dolía la cabeza y estaba mareado, se había movido todo como cuando viajé a Portsmouth a Inglaterra en el ferry, y estaba mareado. E imagino que como yo, todos. Así que, agarré el teléfono y traté de llamar a mi pareja… y no había ni red de telefonía, ni datos. Nadie tenia.
Y como tenia hambre y como no eramos conscientes de lo que había pasado, decidimos seguir con el plan original e irnos a comer. Pero cuando llegamos a Centro Comercial, todos estaban en la calle en los puntos de encuentro, y la mitad de la fachada estaba en el suelo. Los bomberos en camino y de repente, apareció señal de teléfono y pude llamar a mi pareja, y me contó que estaba bien, estaba en el gimnasio y que les evacuaron a todos a la calle, en Reforma, donde los coches apenas podían moverse, porque todos estaban en la calle. Así que la pedí que se fuera para casa, poco a poco, andando y que cuando llegara allí me llamara.
Decidimos volvernos andando (3 paradas de metrobus) al almacén, y comprar agua y comida en un 7 Eleven de al lado del almacén. Y de camino al almacén, vemos como un coche atropella a un ciclista, que no le pasa nada, y que se levanta y empieza a puñetazos con el conductor. Todos locos… se baja la ventanilla del copiloto y hay 3 niñas (no es raro aquí que en el asiento de copiloto vayan mas de una persona). La gente empieza a gritar, y como es lógico se pone del lado del ciclista, aunque fue el que se saltó el semáforo y se metió delante del coche. Siguen los porrazos, patadas y golpes, hasta que llega una patrulla de la policía, pone un poco de calma, y se lleva al conductor y su mujer esposada… y las niñas… pues las niñas se quedaron allí, con otra patrulla de trafico que justo acababa de llegar.
Tengo que pedir a mis compañeros que aunque parezca injusto, nos marchemos de allí, no pintamos nada, estábamos recibiendo noticias de que se habían caído edificios por todo CDMX especialmente en Condesa, donde yo vivo, y quería irme de allí.
De camino al almacén, empiezo a enviar mensajes a través de Whatsapp, a mi familia, y al grupo de emergencias de la empresa, para que en cuanto tuviéramos datos, salieran los mensajes.
Una vez en el almacén, con Internet de la red de Fibra Óptica, salieron los mensajes, me pude poner en contacto con todos, y comprobamos que todos los compañeros estaban bien. Me cuentan que en la oficina, en un piso 17, se movió todo mucho, y que afortunadamente el edificio aguantó perfectamente. Lo peor fue bajar por las escaleras de emergencias que esta por fuera del edificio e ir viendo, explosiones, fuego y mucho humo. ¿Lo importante? Todos estaban bien.
Comemos en el almacén, y trato de convencer a los compañeros que nos quedemos allí, hasta que las carreteras se vacíen, pero como es lógico, ambos quieren irse ya para sus casas. Consigo que se queden, 2 horas, y luego miraríamos en Waze si esta bien para moverse. Yo estaba a unas 4 horas andando de mi casa, en condiciones normales, así que volví al 7 Eleven y compre otra botella mas de agua de 2 litros y una bolsa de patatas fritas para comer algo, ya que casi toda la comida había desaparecido de hace una hora que pasamos a comprar sandwiches.
De los dos compañeros, uno vive a 5 minutos andando del almacén, asi que dejó su carro en el almacén y se fue andando. Y el otro se ofrece a acercarme hasta Polanco y de allí a mi casa pues en una hora y media sin problema. Nos montamos en el coche, y Waze nos manda muy muy al norte para llegar hasta la parte mas pegada a Vallejo de Polanco. Allí, nos despedimos y empiezo a andar camino de mi casa con el navegador del teléfono en la mano.
Cruzo todo Polanco, y la sorpresa es que la gente estaba en los restaurantes, y paseando por la calle como si no hubiera pasado nada. Fue increíble, porque había visto los vídeos de los edificios caerse a menos de 1 hora andando de allí, y la gente en Polanquito estaba tomándose el postre!!!!! A la vez, me tranquilizó un poco, y pensé que igual no había sido para tanto, pero en el momento de entrar a Condesa… pues olor a gas, casas rajadas, otras caídas, el ejercito por todas partes… y mas de 2 horas para llegar a mi casa.
Una vez en casa, y comprobado que quitando algún armario abierto, sillas en el suelo, y cosas que se habían movido de sitio, el resto estaba todo bien, pude sentarme un rato a descansar y pensar un poco.
Básicamente, yo estaba bien, mi pareja también, todos los compañeros de trabajo y familiares también, y sin embargo fuera de casa no se escuchaba ningún ruido, no había gente, y se notaba un silencio muy tenso, solo roto por alguna sirena de vez en cuando y muchos helicópteros despegando y aterrizando de la base militar de Campo Marte que nos queda relativamente cerca de casa. Días mas tarde nos enteramos que el aeropuerto de México solo cerro durante 3 horas para comprobaciones de que todo estaba ok. Lo único que nos faltaba para estar como siempre, dentro que en ese momento me sentía un afortunado, era que no teníamos electricidad en casa, y por lo tanto las bombas de agua no funcionaban y decidí cortar el gas y apagar la caldera.
Nos pusimos de nuevo en un perfil bajo de consumo, teléfono encendido pero sin datos, solo activándolos cada hora por si llegaban mensajes, sin abrir la nevera, y desconectando todo lo que pudimos de la red para que cuando volviera no tener problemas, ya que en estos casos vuelve con tensiones raras, picos, y no era plan de romper nada.
Así que sentados en el sofa todo el resto de la tarde, preparados para salir pitando por las posibles replicas, cartera, pasaporte y teléfono en mano…. hasta las 22:00h que decidimos cenar un poco e irnos a la cama a intentar descansar.
Al de 10 minutos de meternos en la cama, empezamos a oir a los compresores de los vecinos funcionar, y por lo tanto volvíamos a tener tensión en casa. Me levante como un tiro, puse los telefonos a cargar, y al de 10 minutos se oye una explosión y se va la luz de nuevo: El trafo que no pudo mas y explotó. Vuelta a la cama y esta vez, un poco cansado, un poco harto de todo, y hasta un poco de mala ostia, me quede dormido rápido.
Al día siguiente, cuando me levanto, lo primero que piensas es que todo lo que ha pasado es mentira, que no puede ser… ya ha vuelto corriente, y ahora entiendo porque las compañías eléctricas cuando tienen problemas prefieren hacer los cambios de trafos lo antes posible pero los arranques por la noche: Por que hay menos carga y menos posibilidad que pase algo raro. Ahora si, una ducha de agua caliente, un desayuno…. y a cargar todos los teléfonos, tablets, ordenadores, baterías y todo lo que podía almacenar energía. Conexión a la red por Fibra y descargar correos, ver noticias, y responder a todo el mundo en España que llevaba unas horas viendo imágenes y no daba con nosotros.
Toda la mañana en pijama en casa, hasta que a las 12 de la mañana recibo una llamada de un amigo Malagueño que trabaja para una empresa española aquí en la CDMX y después de preguntar por nuestro estado, decidimos quedar a las 14:00h con casco, botas, guantes y ropa de obra para echar una mano donde pudiéramos. Se nos une mi pareja para ayudar en alguna otra cosa y nos dirigimos para Condesa.
El espectáculo es Dantesco, casas caídas, gente durmiendo debajo de plásticos, mesas con comida y bebida para el que quisiera parar, puestos médicos que te atendían sin preguntar…. impresionante. Nos dirigimos a la calle Amsterdam y allí entramos en el turno de las 15:30h a desescombrar en una casa en la que se creía que había 7 personas atrapadas con vida aun.
Pillamos cada uno un pico y una pala donadas por el HomeDepot (toneladas de herramientas donadas), y nos pusimos a escavar y cargar escombros como locos. En la foto de portada podéis ver lo que vimos nada mas llegar, mucha gente, y cada vez que se oía algo, o alguno de los perros detectaba algo, se levantaban las dos manos, y todos teníamos que levantar las manos y callarnos completamente, de esta forma levantando las dos manos no te quedaba otra que dejar de trabajar y dejar herramientas en el suelo. Pasada la alarma, otra vez a picar y cargar cubos de escombros.
En el lado que estuvimos nosotros, y hasta las 23:00 horas que mi cuerpo dijo basta, llenamos entre todos 6 trailers de obra de escombros…. que en perspectiva fue… nada… nada…. apenas un piso bajamos.
La alegría a eso de las 21:00 fue cuando levantamos las manos, y un perro se puso como loco a ladrar, y uno de los topos de México se metió entre los escombros y saco a una señora viva, que la bajamos entre todos con una tabla espinal, 10 minutos después su hija. Todo el mundo silbando, gritando, muchos Viva Mexicooo!!!!! y otra vez a cavar con mas fuerza.
A las 23:00 roto completamente, porque uno tiene ya una edad, y lo del pico y pala pues sin estar en forma… y con la espalda rota, porque no podía ni ponerme tieso, decidí volverme a casa a ducharme, cenar y meterme a la cama.
Busque a mi pareja que estuvo toda la tarde haciendo bocadillos, y repartiendo comida en un puesto de ayuda en Hipodromo, y nos fuimos a casa a ducharnos y dormir otro poco. Atrás, dejaba una escombrera y 5 personas enterradas vivas por sacar. Dos turnos de trabajo y ya sin fuerzas, estaba empezando a molestar mas que a ayudar.
Al día siguiente, no podía ni moverme, me dolía todo y decidimos ir al puesto de Parque México de ayuda medica y preguntar por lo que necesitaban mas urgente, y nos recorrimos todas las farmacias hasta encontrar antibióticos de ampolla para pinchar directamente, analgésicos, y alcohol y gasas, compramos lo que pudimos y lo entregamos en el puesto. La ayuda internacional estaba llegando, ya se vieron los primeros equipos de emergencias Japoneses, los primeros en llegar, ejercito Israelí también y equipos de emergencia de USA.
Al día siguiente, y con un día de descanso, llamé al amigo Malagueño y nos fuimos a Alvaro Obregon 285 donde se encontraba un español atrapado bajo los escombros. Ya apenas aportábamos nada, todos los equipos internacionales con mas experiencia que nosotros estaban trabajando en ello, y lo mas que pudimos hacer por la mañana fue apuntalar la casa cambiando los puntales de madera, por unos metálicos, retirarlos a la basura y atender a los gritos del Ejercito Israelí que nos dirigía a los voluntarios y a los bomberos de Cancun que estuvieron con nosotros.
Dos semanas casi ya después de todo esto, parece como si hubiera pasado hace un año, la mayoría de edificios han metido las maquinas, y aunque los familiares han pedido buscar entre los escombros a sus seres queridos, pues por motivos de salud, el Gobierno Mexicano ha decidido limpiar todo. Ahora? Pues como dijo el presidente Peña Nieto, habrá que tirar muchas casas que están muy tocadas, y que con la ayuda privada, y lo que aporte el estado, reconstruir todo lo que se ha caído.
Detalle de Peña Nieto fue los agradecimientos que dio a solo tres países, y en este orden: Estados Unidos, España y Colombia. Detalle un poco feo, porque por ejemplo Japón fue el primero en llegar y el segundo en mas aportar en especialistas.
Experiencia brutal, una vez mas en este país, muy contento porque no conozco a nadie que haya vivido un drama, porque hice todo lo que pude, y por ver la reacción de todo el mundo intentando ayudar en momentos muy difíciles.
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