Se esta convirtiendo casi en costumbre el hablar exclusivamente de los viajes que hago haciendo base en la Ciudad de México. Que por cierto, ya es oficialmente Ciudad de México y no México DF porque ha dejado de ser un Distrito Federal.
Esta vez, el destino ha sido Acapulco. Ya había estado en esta ciudad unas cuantas veces, siempre por motivo de trabajo. Básicamente, aquí es donde conocí al amigo Reinaldo que conduce un bochito (VW Escarabajo para los de España) y que lleva un chusco (una escopeta recortada) debajo del asiento de conductor para cuando intentan robarle, y con la que antes de ir a la ciudad a ganarse la vida, la usaba para cazar en el Estado de Guerrero y dar de comer a su familia. Esta vez, no le llame con antelación para que viniera a buscarme al aeropuerto porque la visita fue en plan fugaz, para atender una reunión con un cliente que no entendía muy bien la parte constructiva de un proyecto, así que a pasar por caja y bien pasado, para agarrar un taxi desde el aeropuerto hasta el centro de la ciudad.
Acapulco fue una de las ciudades turísticas por excelencia allá por los años 50 y 60, donde cualquiera que fuera medianamente famoso tenia una casa allí, mirando a la bahía, donde esta la isla de la Roqueta.
Acapulco esta dividido en tres partes, una la zona tradicional donde esta el salto de la Quebrada, el sitio mundialmente conocido desde donde los saltadores se zambullen al agua haciendo el salto del ángel, y que ahora es un nido de ladrones, narcos y gentuza varia que esta al robo del turista, luego esta la zona Dorada, que es la parte de la ciudad, lo que es Acapulco, donde están los hoteles y la famosa avenida La Costera, donde puedes pasear sin ningún problema y están la mayoría de restaurantes, bares (o antros, como los mexicanos llaman a nuestros bares) y discotecas, y por ultimo la zona Diamante, que es la mas moderna, de muy reciente construcción y que esta al lado del aeropuerto, muy lejos de lo que la gente que vivía en los 50 conoció como Acapulco.
Y esta es la zona, a la que si vas de vacaciones, te aconsejo ir… si es que te lo permite tu bolsillo. Los mejores hoteles, los mejores campos de golf, seguridad 24h y no por la policía federal que muchas veces es peor que los delincuentes, sino por seguridad privada.
Yo tuve que ir a Acapulco Dorado, el Acapulco de toda la vida, en donde si no te sales de La Costera y las dos calles paralelas a esta, no te pasa nada y estas seguro. Fuera de aquí… pues tu mismo, es una lotería y depende a lo que vayas a hacer o buscar puede que asta lo encuentres y te lleves un susto.
De camino a esta zona desde el aeropuerto, subes una montaña (a la que ahora están haciendo un túnel porque subirla y bajarla en el estado de las carreteras en Guerrero te puede llevar mas de media hora) y a medio camino esta la casa de Julio Iglesias, y el Hotel que ahora no me acuerdo como se llama en donde hay una muy fuerte polémica porque dicen que estuvieron los Beatles de incógnito de vacaciones y donde crearon Let it be. Aunque parezca mentira, los Beatles nunca estuvieron oficialmente en México… no les gustarían los tacos de carnitas…
A mi, particularmente siempre que voy a Acapulco me gusta comer tacos de pescado y marisco en un restaurante que no es muy caro cerca de la playa en La Costera… y sobre todo Aguachiles “bien picosos” que lo que hacen es hacerte una limpia en el estomago de mucho cuidado.
Y ya de vuelta a la CDMX, que es así como han empezado a rotular todo para que la gente deje de llamarla DF y en el avión, pude sacar una foto del volcán activo al que algún día iré a visitar, del Nevado de Toluca que pilla de camino.
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